El Lugar X: El hombre de los árboles

David M

martes, 13 de septiembre de 2016

Ejemplo del proceso de trabajo que nos ha de llevar desde el territorio que alberga nuestra colección de piezas, cada una en su lugar natural, hasta su colocación en SA31. Distraídos en nuestros propios delirios, nuestras investigaciones nos han ido llevando por distintos escenarios. El resumen presentado la semana pasada nos ha servido para reflexionar en cuanto a los objetivos de nuestra investigación, delimitándolos de manera que podamos alcanzar unos objetivos, si bien más modestos, viables, y cuyo primer paso ha sido la reconfiguración de nuestro trabajo dentro de los límites establecidos en el principio del Laboratorio y de los que, progresivamente, había ido escapando; es decir: la colección de catorce piezas dada y el espacio determinado por la sala SA31.

Biografía y lugar


Como se ha explicado, entendemos que cada objeto artístico cuenta con una biografía propia, una historia personal que, necesariamente, ha de desarrollarse en uno o varios lugares. De ahí entendemos que, consecuente con ésta, existe un lugar natural para cada objeto artístico, con un volumen de percepción adecuado que surge como resultado de la interacción instantáneas, en el momento y durante la observación, entre ese lugar, el objeto, las características de su entorno físico y el observador.

La colección de piezas sobre la que trabajamos, como objeto artísitico también en sí misma (véase el punto 8 en esta entrada), tiene su propio lugar: el carácter arbitrario, abiográfico, discontínuo, de las piezas que comprende nos han movido a identificar, mediante el uso de una tabla ekística modificada, al conjunto de la CAM como su territorio natural. Dentro del mismo cada pieza ocuparía su propio lugar, preferiblemente, atendiendo, de nuevo a la biografía de la colección, un espacio o edificio público bajo la administración de la CAM. Tratándose de piezas de arte contemporáneo, que cuentan con una acusada carga conceptual, de evocación, las características físicas, e incluso históricas, de ese espacio deberían reforzar (si no meramente desvelar) el mensaje o ideas de las que el objeto artístico es portador. La relativa falta de historia en sus biografías hacen que sean estas características formales y conceptuales las que predominan en las mismas.

El último paso, la solución espacioal para una hipotética colocación de estas piezas en la SA31, debiera trasladar, mediante los recursos espaciales y de ordenación presentados durante el curso, las situaciones propias del lugar de cada pieza al interior de aquella, en un proceso que podría identificarse como una especie de isomorfismo.

Procedimiento


Vamos a mostrar un ejemplo de este proceso, utilizando para ello la pieza El hombre de los árboles, obra sobre la que ya hemos trabajado en alguna entrada anterior, habiendo sido, por ello, ya sometida a un primer análisis de su forma y resto de características físicas que ahora será complementado con otras de sus circunstancias biográficas y conceptuales. Además, ya con anterioridad, como puede verse en los comentarios de su correspondiente entrada, fue esta pieza objeto de algunas propuestas para su ubicación.

Fase I: Características biográficas de la pieza con interés espacial y/o geográfico


Por las razones ya comentadas, en el análisis de esta pieza las características conceptuales y físicas tienen, posiblemente, una importancia más acusada que las meramente biográficas; pero incluso desde éstas, como pueden ser los datos referidos a su nombre o autoría, destaca muy claramente que la dualidad, lo binario, el número dos en definitiva, la caracterizan de manera determinante:
  • Los autores son dos, además hermanos; y, para más inri: gemelos.
  • El nombre de la pieza, binominal, enfrenta, contrasta los entidades: hombre/ser humano y naturaleza/árbol.
  • Existe una cierta ambigüedad material en su resolución físico/técnica, en tanto se trata de un objeto que simula ser de madera pero está en realidad ejecutado en arcilla.
  • En relación con lo anterior, su acusado antropomorfismo remite así mismo a la idea del doble (doppelgänger), a la duplicidad, al enfrentamiento binario entre dos realidades.
  • Conceptualmente este enfrentamiento se manifiesta, tal y como menciona la ficha de la obra, en la tensión presente, tambien binaria, entre movimiento/libertad e impedimento/ligaduras.
  • Sus elementos o porciones representativas más destacadas, como pueden ser las zapatillas o las bifurcaciones en su composición, aparecen duplicados.
  • A su vez, es una pieza acusadamente simétrica, los elementos presentes en un extremo se repiten en el otro, así como pueden entenderse como simétricos los segmentos que la forman.
  • Geométricamente lineal, esto puede resolverse, de nuevo en dos situaciones espaciales: colocada transversalmente determina una barrera, diferenciando dos zonas diferentes a cada uno de sus costados; longitudinalmente sin embargo, acompaña al movimiento entre uno y otro extremos.
  • Colocada en el suelo, como parece intuirse que es su posición original, se opone, de manera natural, a la posición en principio lógica, presumiblemente, del observador, de pie, creándose de nuevo una tensión entre dos situaciones: tendido/horizontal y erguido/vertical.

Fase II: Búsqueda del lugar


Jano, deidad de umbrales y fronteras. Museu Nacional de Arqueología, Lisboa (fuente: Wikimedia Commons)
En correspondencia con este carácter biográfico binario y, en cierto modo, ambiguo de la pieza, ha de buscarse para ella un lugar así caracterizado, posiblemente un límite, borde o zona de separación entre dos ámbitos. Una frontera, verja o valla, y, en ella, un paso o una puerta: recuérdese cómo Jano, su deidad, era representado dualmente con sendos rostros, cada uno en relación con los dos espacios que diferenciaba: espacios también en el tiempo, como lo son la memoria y el presente, en tanto se interpretaba que sus rostros miraban uno al pasado y otro al futuro. Un paso entre un territorio natural y otro urbano, en el cual la pieza se disponga de manera ambigua, indeterminada acerca de si pertenece al primero o al segundo, a la memoria o al presente.

Surge así, como lugar natural para la pieza, el punto de acceso a un parque, preferiblemente en el límite entre un entorno urbanizado y otro más silvestre (no un jardín). De entre la varias posibilidades que hay en Madrid posiblemente la más adecuada sea alguno de los accesos históricos a la Casa de Campo, peatonales, allí donde todavía se conserven restos de la antigua cerca que delimitaba este lugar.

Puerta del Reservado Grande, en la Cerca Histórica de la Casa de Campo (fuente: Ayuntamiento de Madrid)
El caracter histórico de estos elementos urbanos es notable, lo cual permite, al tiempo que acompañar alguno de los temas propios de la obra de estos autores (memoria, melancolía, identidad), la superposición de nuevas capas de significación.

Milicias vigilan la entrada a la Casa de Campo en la Puerta de la República (Puerta del Rey). 19 de julio de 1936. Foto Alfonso. Publicada en La Voz (Madrid), 20 de julio de 1936. (fuente: Sol y Moscas. Imagen cedida por el Rufián Meláncolico)
Sin embargo, el estado actual de alguno de estos hitos, tras las reformas acometidas en su entorno, hace muy difícil esta lectura.

Nueva configuración urbana en el entorno de la Puerta del Rey (fuente: Madrid, ciudadanía y patrimonio)

Fase III: Isomorfía


Las características espaciales que participan en el volumen de percepción de El hombre de los árboles situado en el lugar descrito y que satisfacen, de algún modo su biografía, han de trasladarse a la SA31. Se hace entonces mandatoria su ubicación en el paso entre dos recintos, provocando una tensión física, corporal, importante entre el visitante, erguido, en movimiento, y la pieza tumbada, inerte, deshauciada al tiempo de los dos ámbitos sobre cuyo límite se encuentra abandonada perpendicularmente.

Ambos espacios podrían estar caracterizados por distintas intensidades de luz, teniendo cada uno de ellos un uso específico y propio en el conjunto de la exposición. El hombre de los árboles se hace evidente, materialmente, en el momento del paso de uno a otro, su lugar es el borde, el límite, que no existe si no hay una distinción clara entre ambos recintos.

El hombre de los árboles como vínculo entre dos espacios caracterizados por un diferente ambiente lumínico

De aquí en adelante


Así pues, aplicado este proceso al resto de piezas de la colección se obtendrá como resultado una propuesta de montaje, más o menos coherente de acuerdo a los criterios enunciados, de dichas piezas, dividida en dos partes: una primera natural, auténtica, en la cual estos objetos artísticos se localizarán en diferentes coordenadas a lo largo y ancho de la CAM; y una segunda, un montaje de las mismas que sería la traslación isomórfica de la situación de las obras en el territorio a la SA31.

Respecto a la primera (fase I) manejamos, a falta de una mayor profundización en sus respectivas biografías (fase II) distintas propuestas:
  • Lugar I: Homenaje a Vermeer: un lugar elevado, interior pero con mucha luz, tal vez el Real Observatorio de Madrid.
  • Lugar II: Policías: la Puerta del Sol, tal vez como un cartel publicitario, tal vez defendiendo la Casa de Correos, tal vez impidiendo el paso a la Calle Carretas...
  • Lugar III: Memoria de mis pasos: algún espacio público, social, en Lavapiés o La Latina.
  • Lugar IV: Obstrucción de una vía con un contenedor de carga: alguno de los pasos elevados sobre la M30, de manera tal que pueda superponerse visualmene con ésta.
  • Lugar V: Natura Hominis. Taxonomías: la vivienda privada de una pareja joven cualquiera.
  • Lugar VI: CEE/Heysel diptique: la sede del parlamento de la CAM, en Vallecas.
  • Lugar VII: Y por la puerta del pensamiento: un solar en construcción del centro, una vez derribada la antigua edificación. En la Plaza de Puerta Cerrada hay uno muy adecuado.
  • Lugar VIII: Homenaje a Chagall: la Residencia de Estudiantes, en el jardín o en la azotea.
  • Lugar IX: 1885:
  • Lugar X: El hombre de los árboles: (se ha explicado más arriba).
  • Lugar XI: Rendición: el espacio comercial del Museo del Prado.
  • Lugar XII: Gonzalo Lebrija:
  • Lugar XIII: Movement of a moment: el aeropuerto.
  • Lugar XIV: Los pensamientos: como un recorrido que lleve del Museo del Prado al Jardín Botánico.

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